La miel y sus propiedades

18.07.2013 13:36

El viejo remedio doméstico de dar un poco de miel al niño con tos antes de dormir puede ser mejor que los jarabes que se compran en las farmacias, según un estudio publicado por la revista Pediatrics and Adolescent Medicine.

El estudio, realizado por investigadores del Colegio de Medicina de la Universidad estatal de Pennsylvania, encontró que una pequeña dosis de miel, administrada antes de que el niño vaya a la cama, proporciona un alivio mejor de la tos nocturna y la dificultad para dormir.

Los investigadores compararon la eficacia de la miel con la ausencia de tratamiento, y con el tratamiento con dextrometorfan (DXM), un compuesto supresor de la tos que es el ingrediente activo en muchos jarabes para resfrío que se venden sin receta.

Los investigadores, encabezados por el médico Ian Paul, afirmaron que la miel actuó mejor que la ausencia de tratamiento o la administración de DXM en la reducción de la gravedad, la frecuencia y la intensidad de la tos nocturna debida a la infección de las vías respiratorias superiores.

Asimismo, la miel mostró un efecto positivo en la calidad del sueño tanto del niño con tos como de sus padres. Y, de hecho, la administración de DXM no fue significativamente mejor que la ausencia de tratamiento en lo que hace al alivio de los síntomas.

Estas conclusiones son notables, especialmente dado que un consejo asesor de la Dirección de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA por su sigla en inglés) recomendó recientemente que no se administren jarabes sin receta para resfrío y tos a los niños menores de 6 años, porque carecen de eficacia como tratamiento pero pueden tener efectos nocivos secundarios.

En un estudio publicado en 2004, Paul y sus colegas mostraron que ni DXM ni la difenhidramina, otro componente común en los jarabes para resfrío, operaban mejor que un placebo en la reducción de la tos nocturna o el mejoramiento de la calidad del reposo.

Sin embargo, la miel se ha usado durante siglos en algunas culturas para el alivio de los síntomas vinculados con la infección de las vías respiratorias superiores, como la tos, y se le considera segura para niños de más de 12 meses.

La miel tiene efectos antioxidantes y antimicrobianos bien conocidos, lo cual puede explicar su contribución a sanar heridas. Asimismo la miel suaviza en el contacto, lo cual puede explicar su efecto sobre la tos, según ha indicado la Organización Mundial de la Salud.

En el estudio más reciente los investigadores observaron a 105 niños con edades de 2 a 18 años en una clínica afiliada con una universidad. En la primera noche del estudio los niños con tos no recibieron tratamiento.

Los padres y las madres respondieron cinco preguntas acerca de la tos y la calidad del descanso de sus niños, como asimismo acerca de su propio descanso.

En la segunda noche a los niños, separados en grupos, se les administró miel, se les administró DXM con sabor artificial de miel, o no se les administró tratamiento alguno una media hora antes de que se fueran a la cama. Los padres respondieron las mismas preguntas la mañana siguiente.

En todas las instancias los padres y madres dieron más calificación a la miel que al DXM o la ausencia de tratamiento para el alivio de los síntomas de tos y dificultad para dormir de sus niños.

 

Desde tiempos de griegos y romanos, la miel ha sido un producto muy apreciado, tanto en usos culinarios, en cosmética e incluso en medicamentos. Era además la base de la elaboración de la hidromiel, una bebida muy extendida en la antigüedad en los países ribereños del Mediterráneo. Recientes investigaciones han descubierto nuevos datos sobre la miel y su poder antioxidante que la hacen un producto ideal para los aliños de ensaladas, evitando el deterioro de los vegetales.

Además, al tener propiedades edulcorantes, aporta un sabor natural muy apreciado en estas elaboraciones, a la vez que mejora la conservación y evita las pérdidas por oxidación. Parece ser, según este estudio, que las abejas producen sustancias naturales muy similares a los compuestos químicos usados como conservantes de forma habitual en las ensaladas.

Además, las características químicas de la miel la hacen muy estable y resistente a gérmenes patógenos. Lo que no queda claro es qué tipo de miel es la mejor para el uso industrial, ya que las propiedades y componentes de cada miel varían mucho según el tipo de flor usada, o incluso del tipo de abeja productora.

Según las investigadoras españolas Rosa Ana Pérez, Lucía Vela y Cristina de Lorenzo, del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), en un estudio publicado en la revista Journal of the Science of Food and Agricultura, la mejor miel por sus propiedades antioxidantes es la llamada miel de mielada, de bosque o salvaje, que en realidad la obtienen las abejas a partir de la recolección de las secreciones resinosas de pulgones y otros insectos parásitos de los pinares.

Según estos estudios, es mejor la miel de los bosques de pino, que tiene un aroma resinoso y que ya en la antigüedad ha sido usada por sus propiedades medicinales en la Europa oriental y Turquía. No me voy a extender sobre los múltiples usos medicinales de la miel, pero se han demostrado sus propiedades antibacterianas, mejorando además el funcionamiento del cerebro y los intestinos, así como su uso tópico en cataplasmas como antiséptico.