Enganchados a la pantalla

12.07.2013 13:52

 

En la mesa no habla nadie. A lo sumo se oye el alarido remoto de un personaje de ficción cuando uno de los miembros de la familia ciberconectada se quita los auriculares de las orejas. Padre y madre están atentos al telenoticias de la televisión. El hijo mayor no para de mandar mensajes con su móvil. El pequeño no suelta su maquinita de videojuegos…

La escena puede parecer exagerada, pero es tan real como la vida misma. En muchos hogares de la nueva sociedad digital las familias han enmudecido. Es el silencio de las ciberfamilias. Ciertamente, vivimos enganchados a las pantallas*.

La cuestión de fondo no está en si las pantallas en general son dañinas o beneficiosas para nuestros menores. Todo dependerá del buen uso o mal uso que hagan de ellas. Lo que es evidente es que nuestros hijos ya nacen en una cultura global ciberconectada, de l cual hemos de saber sacar todo el provecho posible y evitar “enganches” desde los primeros años de vida.

Las pantallas (televisión, ordenador, videojuegos, móviles, etc.) están reemplazando en muchos casos a la familia y a la escuela. Ver la televisión se ha convertido, después de dormir, en la principal actividad de la vida del niño occidental. Cuando sean adultos, la televisión, el ordenador y los videojuegos habrán sido sus experiencias más activas y variadas, por lo que el mundo virtual expuesto en sus pantallas se convierta para muchos en el ambiente natural, en una nueva realidad, en su mundo real. Es urgente tomarse muy en serio la supervisión de los contenidos que consumen nuestros hijos en las pantallas y el tiempo que dedican a ellas.

Prohibido el televisor en la habitación de los críos, los videojuegos con los tiempos de uso limitados y el ordenador en un rincón de la sala de estar, a la vista de todos.